El qué, el cómo y el por qué.

Vé al principio: Mejora tu visión. 

«Mansfield P. (1996). The Bates method: a complete guide to improving eyesight naturally / Peter Mansfield; ilustrated by Shaun Williams. London Vermillion (pp. 105-127).»


«Un libro puede explicar una idea, pero las habilidades prácticas necesitan aprenderse practicándolas. Un libro puede decirte qué y hasta cierta extensión por qué, pero sólo un maestro puede enseñarte como.

Muchas de las tecnicas originadas por el Dr.Bates y desarrolladas por sus colaboradores han sido publicadas en varias ediciones. Redescribiendo unas pocas de ellas me gustaría mostrar como encajan perfectamente con el principio – que el correcto uso de los ojos, el cual lleva a una función normal y relajada, se consigue mediante el equilibrio de los elementos percepción, atención y aceptación, como están expresadas en las siguientes afirmaciones:

  • Me doy cuenta de mi entorno, lo percibo.
  • Dirijo mi atención a una cosa a la vez.
  • Acepto incondicionalmente lo que veo.

Hay pocos ejercicios específicos, si esque hay alguno, para una condición particular – cada ejercicio es una manera de examinar aspectos particulares de ver, y desempeñarán su parte en el proceso general. Tratando de concentrarse en lo que es más «relevante» puede ser un error; con frecuencia es el ejercicio que parece el menos atractivo/provechoso el que tiene la clave al problema. El maestro, que puede tomar una relativamente objetiva visión del caso, debe elegir el orden y las prioridades y sobre todo, debe cerciorars que el trabajo es perfectamente entendido.»

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Lo primero que destacaré esque el autor nos habla mucho de la importancia de un maestro que nos enseñe. Esto por supuesto, podría ser provechoso y hacer que avanzaramos con más rapidez y eficiencia. No obstante, el propio Bates, en su manual (hacer click para verlo) Perfect Sight Without Glasses, nos habla de como nosotros podemos ser nuestros propios maestros e ir encontrando el sentido a sus métodos. Cualquiera puede hacerlo, nos dice. Incluso nos cuenta el caso de como trató a un paciente por correspondencia.

Como veis, hay tres principios fundamentales en el texto.

El primero, el de la «percepción» viene a significar el darse cuenta de tu entorno, el poder moverse en él. Cuando dejamos de forzar la vista y pensamos: «Veamos, ¿cómo puedo utilizar la visión que tengo?¿qué me brinda mi visión?¿qué soy capaz de hacer con ella?», las cosas son más fáciles desde ese momento y nos relajamos. Vemos que totalmente ciegos no somos, tendremos una visión borrosa, distorsionada, pero aún así podemos utilizarla para movernos eficientemente por nuestro entorno, por saber lo que nos rodea a groso modo. Ese es un cambio de actitud muy importante, no querer ver perfecto desde el principio.

El segundo, el de la «atención», se refiere a prestarle atención a una sola cosa a la vez. Está conectado con el concepto de «central fixation» de Bates. Es decir, existe una zona de visión dentro de nuestro rango visual que es el más agudo a la hora de ver. Esto tiene su importancia, porque según las investigaciones de Bates, este «punto atencional» en gente con problemas de visión es demasiado grande y disperso. Incluso hay gente que para ver algo, quiere abarcarlo por entero. Esa no es lo forma correcta de visión. La forma natural de ver un objeto, es mirar sus partes con detenimiento (aunque el proceso se hace rápida e inconscientemente, nosotros tenemos que volver a aprenderla), en vez de mirar al objeto con la mirada fija y «amplia». Debemos mirar nuestro alrededor con atención, bebiendo ávidamente cada pequeño trozo, nunca mirar vacíamente y apáticamente al exterior. Con el tiempo, veremos que la zona donde miramos aparece más nítida, mientras los alrededores no lo son tanto. Este es el síntoma de que el «punto atencional» está disminuyendo su área (lo cual no es negativo si no al contrario). Bates, en su consulta, entrenaba a la gente a que pudiera ver incluso más nítidamente la parte superior de una letra, por ejemplo, mientras que la parte inferior permanecia menos nítida. Bates utilizaba la tarjeta de Shellen (una versión moderna es la que utiliza todo oculista para examinar nuestra visión), para llevar a cabo su tratamiento. Este concepto puede ser un poco difícil de entender, por lo que intentaré contestar como pueda a las dudas que podáis tener sobre él.

El tercero, «la aceptación», es quizá la afirmación más importante. Lo que destruye nuestra visión, lo que la empeora es precisamente esto, la no aceptación de nuestro estado. Queremos ver perfecto y queremos verlo ahora. Forzamos la vista para intentar conseguirlo y es precisamente esto lo que la debilita y la estropea. Hay que grabarse esto a fuego o si no, todo lo demás, no servirá para nada. Acepta lo que ves, desde ahora mismo. Mira sin tener intención de ver perfectamente. Cuando mires algo, examina la imagen que se te da, analízala. Si no puedes verla nítidamente, examina sus colores, sus contornos, ¡no estás ciego!, saca partido a tu visión.

El que no se convenza plenamente en este punto, no sacará provecho de nada de lo que escriba en adelante, así que tomaros vuestro tiempo para asimilarlo.

 

Próximamente: La higiene de los ojos.

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